Las llantas son uno de los componentes más importantes al momento de comprar una camioneta, ya que garantizan el contacto directo con la carretera y son clave para la seguridad, el rendimiento y la eficiencia del vehículo. Sin embargo, muchas veces pasamos por alto su mantenimiento o no sabemos identificar cuándo es momento de cambiarlas.

Es por eso que en este artículo exploraremos los principales indicadores de desgaste, los riesgos de conducir con llantas en mal estado y cómo elegir las adecuadas de acuerdo a tu ruta y necesidades.

La importancia de mantener las llantas en buen estado

Las llantas no solo soportan el peso de tu modelo de camioneta, sino que también influyen en aspectos cruciales como el agarre, la estabilidad y el consumo de combustible. Lamentablemente, con el tiempo su desgaste es inevitable, ya sea por el uso diario, las condiciones del terreno o factores climáticos. Por lo tanto, es importante revisarlas con regularidad, no solo para prolongar su vida útil, sino también para reducir el riesgo de accidentes y mejorar la experiencia de conducción.

Además, mantenerlas en buen estado contribuye directamente al rendimiento general, pues garantizan una conducción más suave y segura, optimizando la tracción en terrenos difíciles y proporcionando un mayor control en curvas o frenadas repentinas. En cambio, ignorar su mantenimiento puede llevar a problemas como el desgaste desigual, lo que afecta negativamente otros componentes del vehículo, como la suspensión y los frenos.

También te puede interesar: ¿Por qué el mantenimiento preventivo automotriz es necesario?

¿Cuáles son los indicadores de que es momento de cambio?

Existen varios factores que indican que las llantas para auto necesitan ser reemplazadas. Entre los más comunes, destacamos la profundidad del dibujo, también conocida como banda de rodadura. Si es menor a 1.6 mm, es hora de cambiarlas, ya que una banda desgastada reduce el agarre y aumenta el riesgo de deslizamiento, especialmente en climas lluviosos. Para identificarla, utilizar un medidor de profundidad o revisar los indicadores incorporados en el panel es la mejor opción.

Otro signo de alerta son las grietas o deformaciones en la superficie, como abultamientos, que indican daños internos y comprometen la seguridad. En esta misma línea, las vibraciones inusuales son también un factor importante a tener en consideración, ya que estas pueden significar que están dañadas o desbalanceadas.

Finalmente, su edad es un factor crucial. Incluso si no presentan desgaste visible, lo recomendable es reemplazarlas, al menos, cada 2 años dependiendo de las condiciones de uso. Para verificarlo, puedes encontrar la fecha de fabricación en el código DOT del costado de la llanta para asegurarte de que aún son seguras de manejar.

¿Cuáles son los riesgos de manejar con llantas en mal estado?

Conducir con llantas dañadas puede tener consecuencias graves para la seguridad vehicular. En principio, destacamos la reducción significativa del agarre, aumentando el riesgo de derrapes, especialmente en condiciones de lluvia o en curvas cerradas. Esto debido a que no son capaces de ofrecer la tracción necesaria para mantener el control, comprometiendo la seguridad del conductor y de los pasajeros.

Además, son más propensas a sufrir pinchazos o reventones, lo que puede provocar la pérdida de control del vehículo, sobre todo a altas velocidades. Este riesgo no solo pone en peligro la integridad de la máquina, sino que también podría generar situaciones de emergencia en carretera. Por último, aumentan la resistencia al rodamiento, lo que incrementa el consumo de combustible y exige más esfuerzo al motor.

¿Cómo prolongar la vida útil de mis llantas?

Aunque el desgaste de llantas es inevitable, puedes adoptar medidas para prolongar su vida útil y garantizar su buen estado durante más tiempo. Entre ellas, destacamos las siguientes:

  • Mantener la presión adecuada: Verifícala regularmente y ajústala según las recomendaciones del fabricante. Una presión incorrecta, ya sea alta o baja, puede acelerar el desgaste y comprometer el rendimiento.
  • Rota las llantas regularmente: La rotación de llantas, generalmente cada 10,000 km, permite un desgaste uniforme entre el eje trasero y delantero.
  • Alinea y balancea las llantas: Es lo ideal para que trabajen de manera uniforme y reduzcan el desgaste desigual. Es recomendable hacerlo al sentir vibraciones o después de impactos fuertes, como pasar por baches o bordillos.
  • Evita hábitos de conducción agresiva: Arranques bruscos, frenadas intensas y giros cerrados aumentan el desgaste.

¿Cómo elegir las adecuadas?

Lo primero es consultar el manual del fabricante, ya que en él encontrarás las especificaciones recomendadas, como dimensiones, índice de carga y velocidad, para garantizar un rendimiento óptimo.

También es importante considerar el tipo de terreno por el que sueles conducir. Si tu camioneta enfrenta condiciones todoterreno, como barro, grava o nieve, las llantas diseñadas específicamente para estos escenarios son la mejor opción. En cambio, para uso urbano, es ideal optar por llantas que prioricen la comodidad, la eficiencia de combustible y el bajo nivel de ruido.

Ahora que ya conoces cuándo es el mejor momento para cambiar las llantas, te invitamos a contactar con nuestros asesores, para empezar a conducir el mejor modelo. Descubre todo lo que una Jeep tiene para ofrecer.